martes, 4 de diciembre de 2007

otro blog

este blog es acerca de administracion del futuro no se vaya a olvidar verlo
http://beritogatita.blogspot.com/

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este es otro blog que esta dentro de mi perfil ... nose vaya a olvidar de verlo profesor

PUJANTES MUJERES MICROEMPRESARIAS

(Peru.com: 2006/8/31) Con el fin de resaltar el ingenio y espíritu de lucha de la mujer peruana por salir adelante, la Fundación de la Gente del Banco del Trabajo creó el Premio Nacional a la Mujer Microempresaria, que en su IV edición entregó un total de 60 mil nuevos soles para las ganadoras. En esta oportunidad quien recibió el primer premio fue una emprendedora puneña. Asimismo, microempresarias de San Martín y Huancavelica se adjudicaron el segundo y tercer lugar, respectivamenteAna María Escobedo Ergueta, con su microempresa "Mi Cabañita", que se dedica a la elaboración de embutidos de carne de alpaca en Puno, fue seleccionada por el jurado calificador como el primer puesto del IV Premio Nacional a la Mujer Microempresaria.






Gracias a la originalidad de sus productos, habilidad para descubrir un excelente nicho de mercado y sus grandes deseos por potenciar una carne 100% peruana, la historia de Ana María se impuso entre más de 8 mil 500 participantes.Por su parte, el segundo lugar lo obtuvo Aquilina Palomino Capcha, de la región San Martín, quien en su microempresa Focodemi produce un suplemento nutricional a base de cacao que combate la anemia y la desnutrición. Debido a sus múltiples beneficios los profesionales de la salud de su comunidad lo recomiendan a grandes y chicos."Forticao es un producto de calidad. Me he preocupado por realizar diversos estudios de desnutrición en mi provincia antes de elaborar mi suplemento nutricional", refirió emocionada la microempresaria tras señalar que el dinero recibido lo utilizará para poder ampliar su negocio.
Las chompas de alpaca de Sonia Fernández Ladera de Huancavelica se hicieron acreedoras al tercer puesto. Ella trabaja junto con otras mujeres artesanas de su localidad para satisfacer la creciente demanda de sus clientes por sus finas prendas de abrigo como chompas, guantes, chalinas y medias. Además de tener un perfecto acabado, la ropa que confecciona tiene diseños y colores de moda, características que le permiten estar un paso delante de sus competidoras. Cabe destacar que este año el IV Premio Nacional a la Mujer Microempresaria tuvo más de 8 mil 500 participantes, superando en un 68% al número inscritas el año pasado (5,100). Otra de las características de esta edición del Premio es que el 30% de las concursantes son mujeres entre 25 a 35 años, el 50% adultas entre 36 y 50 años y el 20% adultas mayores de 51 años.
"El Premio Nacional a la Mujer Microempresaria tiene como objetivo reconocer el esfuerzo, empeño y constancia de la mujer peruana por salir adelante, así como destacar el rol que tiene en el desarrollo de la economía del país en la actualidad, ya que se ha convertido en generadora de fuentes de empleo e ingresos", indicó Adrián Revilla, representante del Consejo Directivo de Administración de la Fundación de la Gente."Es por esta razón, que además de los merecidos premios que estas 3 ganadoras se han hecho acreedoras, la Fundación de la Gente otorgará a cada una de ellas la suma de S/.5,000 nuevos soles para desarrollar un proyecto de responsabilidad social en su microempresa", añadió el directivo.Cabe señalar que este año el jurado para el premio estuvo integrado por grandes personalidades como Gastón Acurio, reconocido chef difusor del arte culinario peruano; Elena Soler de Panizo fundadora de Chocolates Helena; Manuel Valdez Castillo, director Nacional de la Micro y Pequeña Empresa del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, que tiene a su cargo el Programa Profece-Mujeres Emprendedoras; Mercedes Gallardo, de Kleider Creaciones; y Margarita Ríos, ganadora de la III Edición del Premio Nacional a la Mujer Microempresaria.

Mujeres Emprendedoras - Perú

Estrategia de Descentralización
¿ Qué Ofrecemos ?
¿Qué es un GOOL?
Nuestros Logros
Profece y los Agentes Articuladores Locales (Agas)
Mujeres Emprendedoras y las Municipalidades


Mujeres Emprendedoras es el programa creado por el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) en 1996. Su objetivo general es mejorar la inserción al mercado laboral de las mujeres adultas organizadas de bajos recursos, con preferencia de zona urbanas del país, creando condiciones igualitarias y oportunidades económicas y sociales para mejorar su empleabilidad y competencias, de modo que puedan generarse ingresos en forma sostenida.
El trabajo con las mujeres se realiza mediante talleres productivos y grupos organizados de oferta laboral (GOOLs), otorgándoles varios servicios: articulación comercial, capacitación, asistencia técnica y manejo de herramientas necesarias para su desarrollo laboral y personal.
ESTRATEGIA DE DESCENTRALIZACIÓN
A partir del 2003, como parte de la descentralización del Programa se inicia el trabajo con Agentes Articuladores locales (AGAS: ONGs, CEOs, Empresas, Cámaras de Comercio, etc), las municipalidades locales.
A estas instituciones se les facilita y transfiere conocimientos y herramientas para gestionar Profece en sus localidades.
El ámbito de acción del programa comprende las regiones: La Libertad, Lambayeque, Junín, Arequipa y Lima.
El enfoque de género como el de descentralización son considerados como referentes transversales en toda nuestra estrategia. Se prevee la coordinación con el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (MIMDES) para estimular y diseñar la aplicación de políticas de igualdad de oportunidades a nivel de los gobiernos locales, las empresas e instituciones operadoras locales.
¿ QUÉ OFRECEMOS ?
Capacitación y asistencia técnica a mujeres con habilidades económicas a través de instituciones especializadas de capacitación.
Certificación de las mujeres para vincularlas al mercado, que serán acreditadas por los Agentes Articuladores.
Capacitación, asesoría y soporte técnico a Municipios y Agentes Articuladores para la implementación de programas de inserción al mercado de las mujeres con habilidades económicas de su localidad.
Campañas de sensibilización a empresas sobre el programa.
Módulos de Desarrollo Personal para el trabajo con enfoque de género, a través de instituciones especializadas.
Actividades de promoción: encuentros regionales y concursos.
Acceso a servicios de información sobre programas locales de atención a la salud y educación para las mujeres.
Publicación y difusión de experiencias exitosas locales.
Atención a una parte importante de mujeres jefas de hogar discapacitadas y mujeres afectadas por violencia.
¿Qué es un GOOL?
Los GOOLs son los Grupos Organizados de Oferta Laboral, integrados como mínimo por cinco (5) personas dedicadas a producir un mismo bien o servicio. Para el presente año, por su mayor rentabilidad, se va a favorecer los siguientes rubros: Textiles, Confecciones, Industrias Alimentarías, Artesanías, Turismo y otros con alto componente de mano de obra semi calificada y alta demanda.
Las mujeres de los GOOLs se caracterizan en general por tener entre 26 y 50 años, pertenecer a segmentos emergentes del sector empresarial y tener limitaciones para acceder y mantener en el mercado de forma autónoma. Los grupos pueden ser mixtos, pero deben ser liderados por mujeres; siendo su participación en el programa de forma temporal.
Concluida la experiencia, las participantes mejoraran sus ingresos, su empleabilidad y su vinculación con el mercado laboral y su calidad de vida.
NUESTROS LOGROS
Desde 1997 a Marzo del 2003, Mujeres Emprendedoras ha alcanzado los siguientes logros en las ciudades de Lima y Ayacucho:
Se han generado 37,024 empleos temporales para mujeres
Colocación de 1,100 GOOLs en 493 empresas y ferias.
Registro de 1,690 GOOLs en funcionamiento en la ciudad de Lima, con un total de 10,881 integrantes.
Registro de 271 GOOLs en la ciudad de Ayacucho, con un total de 783 integrantes (El Proyecto en esta ciudad culminó en Junio del 2002).
PROFECE Y LOS AGENTES ARTICULADORES LOCALES (AGAS)
Pueden ser Agentes articuladores locales, si su organización es alguna de las siguientes: Institución de desarrollo, Institución educativa técnica ocupacional o Empresa privada.
ROL DE LAS AGAs
Son responsables de proveer servicios de Desarrollo Empresarial (SDE) con el objetivo de articular la oferta laboral de las mujeres con las demandas de las empresas y del mercado local. Para este efecto, serán capaces de:
Identificar las demandas del mercado y las capacidades y potencialidades de la población, convirtiéndolas en oportunidades de negocio.
Desarrollar mecanismos, de articulación para encontrar mercados a ser atendidos por los GOOL's en condiciones justas y de equidad.
Proveer capacitación y asistencia técnica de acuerdo a la demanda del mercado para mejorar las competencias de las mujeres productoras de bienes y servicios en áreas de gestión, procesos productivos, diseño, acabados de productos y calidad en los servicios de los GOOL's.
Desarrollar procesos de capacitación y asistencia técnica para que las mujeres desarrollen sus competencias emprendedoras: perseverancia, confianza en sí mismas, autoestima, creatividad, entre otras.
Coordinar con otros programas de capacitación de capacitación y asistencia técnica productiva comercial con otros servicios de desarrollo empresarial y servicios financieros.
Incorporar el enfoque de género y el desarrollo económico local en la gestión institucional de sus programas.
REQUISITOS PARA SER AGA
A. Requisitos Generales:
No estar inhabilitado para trabajar con el Estado.
Estar inscrito en el registro de proveedores como agente articulador local.
Estar debidamente formalizados legal y tributariamente.
La participación puede ser consorciada, en este caso, una de las entidades será designada como la responsable.
B. Requisitos Específicos:
Experiencia en operaciones de articulación al mercado con estrategias comerciales de intermediación, vinculación o promoción.
Experiencia en programas, y proyectos de generación de ingresos con mujeres.
Experiencia en formación de competencias emprendedoras, de gestión socio empresarial y asistencia técnica con enfoque de género,
Experiencia en capacitación de adultos con metodologías activas.
Experiencia en trabajo coordinado con el gobierno local.
Elaborar un Plan de Negocio altamente probable de ser ejecutado por las integrantes del GOOL.
Contar con personal interno o externo que se encargue de la capacitación y asistencia técnica.
Se considerará como ventaja comparativa si la institución cuenta con servicios complementarios durante la capacitación de las mujeres; por ejemplo, cunas móviles y/o sala de cuidado y acompañamiento para niños(as) cuyas madres se capacitan.
DATOS ADICIONALES
Las propuestas o proyectos que se presentan a concurso deben lograr al final la generación de ingresos y empleo de las mujeres que participan en éste.
Para este fin, el proyecto incluirá un conjunto de servicios de capacitación, asistencia técnica y soporte social, encaminados a mejorar la inserción de las mujeres en el mercado laboral.
MUJERES EMPRENDEDORAS Y LAS MUNICIPALIDADES
El programa facilita y refuerza las capacidades de las Municipalidades participantes; a través de la transferencia de herramientas de gestión para la promoción del empleo y la generación de ingresos de las mujeres a nivel local.
CARACTERÍSTICA DE LAS MUNICIPALIDADES
Las Municipalidades provinciales o distritales de los ámbitos geográficos de intervención que pueden participar en el Programa deben:
Demostrar interés y acciones concretas orientadas a la función de promoción del desarrollo económico local, mediante la generación de políticas, objetivos institucionales, actividades y asignación presupuestaria.
Tener en su estructura orgánica un área especializada de Promoción Económica Empresarial y/o del empleo (u otra denominación que cumpla la misma función), con un espacio físico y quipo mínimo.
Tener de preferencia, experiencia en el trabajo con la población meta y/o con PYMEs, así como conocimiento de las dinámicas y potencialidades económicas de su municipio.
Manejar Bolsas de Trabajo, de preferencia.
Contar de preferencia con vínculos o participar en redes con posibles operadores locales.
Brindar información sobre programas de salud, defensorías familiares y desarrollo integral familiar a las personas de su jurisdicción.
ROL DE LAS MUNICIPALIDADES
Identificar, registrar y promover la oferta laboral de las mujeres de su comunidad en el marco del Programa de Apoyo a la Mujer, orientando su articulación al mercado laboral.
Brindar respaldo institucional y facilidades logísticas y operativas para la implementación de mecanismos de articulación de la población objetivo con el mercado (ferias, rueda de negocios, mecanismos de sub-contrata).
Promover, facilitar y concertar localmente la participación de los otros agentes de desarrollo local.
Promover la participación activa de la mujer, acorde a las características del grupo meta, que atiende PROFECE.
Trabajar de forma concertada con las instituciones operadoras locales la ejecución del proyecto.
Diseñar e implementar un enfoque de desarrollo económico local y de género.
BENEFICIOS PARA LAS MUNICIPALES
Considerarse Co-gestoras Locales del Programa Mujeres Emprendedoras, asumiendo un rol promotor del empleo e ingresos en su comunidad.
Distinguirse del resto y convertirse en modelos de gestión en el marco del Concurso "Mejores Prácticas Municipales de Empleo y Género" .
Incorporar en sus planes de trabajo estrategias de promoción e instrumentos de apoyo concretos para las mujeres de bajos ingresos.
Fortalecer el diseño y ejecución de sus planes de desarrollo local de manera concertada con las operadoras locales.
Acceder a recursos para acciones específicas generadoras de ingresos para mujeres vía convenios.
Establecer convenios de cooperación con operadoras locales participantes del Programa.
Mejorar la capacidad de gestión institucional de sus recursos humanos.
Participar en los Encuentros Regionales y Nacionales de transferencia tecnológica y evaluación

Mujeres y poder




Se da mucho relieve al surgimiento de figuras femeninas en papeles políticos de mando: Angela Merkel es canciller en Alemania, Michele Bachelet, premier en Chile, Ségolène Royal, candidata a la Presidencia de la República en Francia, y Hillary Clinton corre tras la presidencia del 2008 en los Estados Unidos. Ida Dominijanni (Il manifesto del 13 de marzo de 2007) hace referencia a una reflexión de Luisa Muraro y Lía Cigarini: sería un efecto del feminismo.Sí y no. Está claro que el retraso con que llegan a los gobiernos es la más manifiesta confesión de que el sistema declarado de derechos universales no es tal en absoluto, o que algo no declarado ha logrado eludirlo, si ni siquiera los juristas han prestado mucha atención a la exclusión de las mujeres. ¿No es extraordinario que, a más de dos siglos de la declaración de derechos de 1789, según la cual cada hombre nacía «igual en derechos» (por «hombre» se entendía los miembros de la especie humana), se nos felicite cálidamente si alguna mujer resulta promovida al gobierno de la cosa pública? Ya entre 1789 y la admisión de las mujeres al sufragio universal, derecho primero y elemental, tuvo que pasar más de siglo y medio. Las mujeres habían salido de la casa y de los campos, inundaban el trabajo y las redes sociales, pero filosofía y costumbre hacían como si tal no sucediera.Y a comienzos del siglo XXI nos sorprende que esto pase también en la esfera política. En donde, por lo demás, las mujeres siguen siendo bastante minoritarias, como demuestra la discusión entre porcentajes y no porcentajes, como si los sexos no fueran manifiestamente dos, e igual debiera ser la representación. Frente a esta macroscópica distancia entre principios y realidad de las relaciones humanas, algunas feministas han dicho que el retraso del derecho era tal, que las más avisadas lo rechazaban, estableciendo las verdaderas y decisivas relaciones sólo entre ellas, en una comunidad otra.¿Será acaso la formación simbólica de esa comunidad crítica de mujeres lo que ha provocado el resquebrajamiento del muro de los poderes públicos a que estamos asistiendo ahora? No lo sé. El resquebrajamiento está poblado de valores y de interrogantes. Da qué pensar el que se haya verificado en el siglo pasado, y antes que en occidente, en sistemas para los que hablar de democracia imperfecta sería quedarse corto. Es con el final de la dominación colonial inglesa que se tiene la primera mujer jefe de estado –si no me equivoco— en Sri Lanka, Sirimavo Bandanaraike. Y después Indira Gandhi, en India, y Benazir Bhutto en Pakistán. Son contextos tumultuosos y es determinante el carisma familiar; Indira Gandhi es hija del Pandit Nehru, seguidor del Mahatma y primer jefe del estado independiente. Benazir Bhutto, paquistana, es hija de Ali Bhutto, ahorcado con el golpe de estado del general Zia. La Bandanaraike, viuda del líder de la oposición recién asesinado. También Violeta Chamorro en Nicaragua y Cory Aquino en las Filipinas son herederas de un jefe. Sin embargo, si en todas ellas el nombre que llevan ha sido decisivo en su acceso al cargo, ninguna gobierna como pantalla de otro hombre. Antes bien, Indira Gandhi se vuelve figura de relieve en el siglo (terminará asesinada como uno de sus hijos), pero también otras han gobernado sus países por sí mismas y para sí. Reinas aparte (y también, éstas, pocas, y madres o viudas), esto no había sucedido sino hasta mitad del siglo XX, con independencias y burguesías nacionales instaladas. En el ámbito occidental, caída en 1969 Golda Meir, que había accedido al cargo de primer ministro de Israel después de la guerra de los seis días, se necesitarán otros diez años para tener la primera mujer premier en Europa: no hasta 1979, cuando entra a Downing Street Margaret Thatcher. En su caso no cuentan en absoluto ni padre ni marido ni hijos; tampoco, luego, en el de la noruega Gro Brundtland, u hoy para Michèle Bachelet y Angela Merkel y quizá mañana para Ségolène Royal, cuya relación de pareja con François Hollande, secretario del partido socialista, perjudica más de lo que ayuda. Cuenta, en cambio, en los Estados Unidos, que no han tenido jamás una mujer presidente, cuando Hillary Clinton se ofrece como candidata con el nombre del marido más que con el suyo, Rodham. Y sólo desde este año una mujer, Nancy Pelosi, preside el Congreso en Washington. En Italia son muchas las mujeres alcalde, pero no se perfila una figura de futura primera ministra.¿Se pueden sacar conclusiones? ¿Por ejemplo que una figura femenina habría de surgir más fácilmente en situaciones sociales arcaicas y en el curso de agudos conflictos identitarios? ¿Que, salvo en el caso de Golda Meir, procedente de la izquierda política y sindical del Mapai y del Histadruth, son los partidos conservadores los que llevan a los máximos cargos a las mujeres? Alguna feminista nuestra se enamoró de Irene Pivetti cuando la Lega la impuso como presidente de la Cámara: joven y bella, parecía diferente de Nilde Jotti, que había ocupado el mismo cargo, o de Rosy Bindi, que tiene mucho más protagonismo. Es seguro que Margaret Thatcher ha tenido más atrevimiento que su partido en demoler todo lo que podía de las conquistas sociales de los laboristas; no por nada la han llamado la dama de hierro. Pero esto indicaría sólo que las mujeres de derecha tienen más oportunidades que las de izquierda. En un registro más soft, es lo mismo para Angela Merkel, cuyo ascenso intentaron bloquear por todos los medios, y no los más limpios, Gerhard Schröder y Joschka Fischer. Y en clave antiprogresista han pasado Violeta Chamorro en Nicaragua y Cory Aquino en las Filipinas. La excepción la habría constituido el Partido socialista en Francia –breve e infeliz había sido el paso de Edith Cresson, gracias a una llamada de Mitterrand—, si Ségolène Royal no se hubiera elegido sola como candidata a la presidencia de la república, creándose por sí misma una base a través de su blog "Désir d´avenir" e imponiéndose a los varones de su familia. En fin, de estas mujeres, feminista no lo es ninguna, excepción hecha de Gro Brundtland, y, por un inicial compromiso desmentido después por su tarea de gobierno, de Benazir Bhutto. La mejor parte se la lleva el empowerment propuesto por Hillary Clinton, con todas sus ambigüedades.No diría, por lo tanto, que el feminismo –según la formulación de los años 70 y 80, como movimiento de liberación de las mujeres que ha denunciado el emancipacionismo como impulso para obtener los mismos papeles que los varones— haya sido el elemento decisivo. Ha tenido y sigue teniendo un papel bastante más determinante en la crisis de la política del siglo XX que en el ascenso de las mujeres en política. Se debe todavía en grandísima medida a aquella emancipación femenina inserta en el crecimiento de la burguesía occidental.Inserta y sensible a la lógica del sistema económico, aun si incapaz de borrar el conflicto sexual. Éste domina explícitamente en las culturas extremas: los neocon se espantan por el burka pero han mantenido inalterable el patriarcado, de formas incluso irrisorias, como el juramento de castidad hecho por las hijas a los padres en ceremonias de elite entre flores y guirnaldas, con el ingreso de las madres vedado, a modo de garantía de que la consigna de la muchacha pase de hombre a hombre. La iglesia de Ratzinger se empeña obsesivamente contra el sacerdocio femenino. Todos los fundamentalismos se basan en la inferioridad de la mujer, y habría que preguntarse por qué hoy se manifiestan más que ayer. Mas fuera de los mismos tampoco deja de darse una opaca misoginia, mezcla de confusión de los hombres respecto de sí mismos y de temor ante el posible crecimiento de algún poder femenino. Miedos inconfesados que resultan no menos restringentes que la necesidad de fuerza de trabajo, física e intelectual, de las mujeres. En Francia, la candidata Ségolène Royal es seguida por los medios de comunicación con un voyeurismo compulsivo, desde la ropa que lleva a la mínima palabra que dice o deja de decir, y las mujeres, que no votan nunca con júbilo por otras mujeres, no se privan de poner reparos a esto o a aquello: que si viste demasiado elegante, que si no es demasiado aburrida, que si tiene un tono demasiado profesoral, que si no se la ve demasiado madre, que si se la ve demasiado feminista, que si, al contrario, lo es demasiado poco. Pero la duda más extendida es: ¿estará en condiciones de dirigir un gran país? Una pregunta que nadie se haría si se tratara de un varón con un curriculum como el suyo, dos veces ministra, con Mitterrand y con Jospin, y presidente de una gran región. El patriarcado está en situación comprometida, pero anda todavía lejos de estar liquidado.
¿Pero cómo cambiarlos? El discurso sería largo. Me ha golpeado la muerte de Angela Putino, a la que Luisa Murato ha dedicado una bella y afectuosa página en Il Manifesto del 17 de enero pasado. Angela era leve como un pájaro y su razonar era un vuelo de golondrina que dejaba sin aliento. Pero su reflexión sobre el construirse del sujeto, de la idea de sí en la cultura y en el tiempo, me parece la más fértil; sucede, escribe ella, como la evolución de las formas biológicas, vista más desde Cuvier que desde Darwin, por disensiones e inclusiones, no sujeta a un diseño final, sino diseñando más sutilmente, paso a paso. La «diferencia» de las mujeres sería «la extranjeridad» a la historia, conducida hasta ahora por un solo sexo, y hoy aflorada a la conciencia y ya no sólo sufrida. Así hablaba Virginia Woolf, y Putino la reinterpreta: logró una mirada diversa, una lectura distinta. En la «sociedad de las extrañas» había visto, en su tiempo, un rechazo a inmiscuirse. Putino lo ve como una injerencia permanente, una mirada desde otro punto de fuga, un enfoque modificado poco a poco por quien, viendo, modifica también. Es un hacerse, una historicidad sin ningún determinismo, que liquida el dilema entre homologarse al pensamiento político o darle la espalda. A condición de que no nos pensemos a nosotras mismas como un proyecto final, sino como aún no actuado, tal como es sugerido por el orden de la madre, o por quien nos ve como portadoras de sentimientos y pasiones que romperían con la abstracción del varón (y por lo mismo, del político, por lo demás atravesado demasiado a menudo por pasiones y sentimientos, altos y bajos). Las subjetividades de Angela son diferentes y están conectadas por fricciones, cerradas y abiertas, nunca repetidas.Es una clave para reformular y reescribir las reglas del pensar y hacer político. Que, por lo tanto, deberemos volver a atravesar todo siempre desde el punto de vista de quien mira viniendo de un punto diverso, pero mira, no se distrae, quiere ver todo. Y al hacerlo, persigue humanamente –dígase así— un conflicto que no lleva a un suicidio o a la muerte, aun cuando mucho debe caer. En esta clave leería yo el reafirmarse de algunas mujeres dentro de los esquemas de una emancipación que ha modificado la escena, también por la acumulación de una experiencia feminista de sí propias que las ha llevado más allá. También y más allá.

Las mujeres quieren el poder

Si la política está más desprestigiada que nunca y los partidos van a la cola en el ranking de confianza ciudadana, ¿por qué las mujeres insisten en acceder a la política? Porque es justo y democrático. Ni más ni menos. Esta fue una de las principales ideas fuerza del debate sobre “Mujeres y poder en la política”, realizado recientemente en Montevideo.(Mujereshoy) “Las mujeres tenemos que llegar al poder porque es justo y democrático. No porque seamos mejores. ¿Menos corruptas?, tal vez al principio...”. Rebeca Grynspan, ex vicepresidenta y ex ministra de Estado de Co

sta Rica, completa el pensamiento evocando una frase que alguna vez acuñó otra feminista: “La igualdad se probará cuando tantas mujeres incapaces lleguen al poder como hombres incapaces hemos tenido en él”, señala el artículo de Isabel Villar, quien cubrió el evento para La República de las Mujeres.* El realismo de Rebeca Grynspan, aún cuando resulte chocante a algunas mujeres políticas, confronta el esencialismo que lleva a exigir que las mujeres que pretenden el poder sean perfectas. Grynspan –que llegó a él merced a que en su país se cuotificó la participación política femenina, está orgullosa de ello y defiende las medidas afirmativas como paso inicial para avanzar hacia la equidad de género–, fue una de las oradoras del foro internacional “Mujeres y poder en la política”. Convocado por la Red de Educación Popular entre Mujeres de América Latina y el Caribe (Repem), el Instituto de las Mujeres de Uruguay y la Comisión Nacional de Seguimiento: Mujeres por Democracia, Equidad y Ciudadanía (CNS), con el auspicio del Poder Legislativo uruguayo, en el foro participaron mujeres de la región que han desempeñado cargos públicos, los ocupan actualmente o se proyectan a altos niveles de representación. “Hombres y mujeres integran la sociedad y tienen derecho a determinar su rumbo”, coincidió Patricia Mercado, quien el 21 de agosto pasado lanzó su precandidatura a la presidencia de México para las elecciones del 2006, desde el Partido Alternativa Social Demócrata Campesina, del cual es fundadora. Mercado también se hizo cargo de que las mujeres no son perfectas: “En México, mujeres políticas fuertes quedaron en situación complicada por corruptas o por ‘mensas’ (tontas), y ahora tienen bajo perfil, quedaron muy golpeadas”. “Por otro lado, hay esposas que quieren que los maridos les pasen el poder así nomás”, agregó en alusión a las ambiciones presidenciales de Martha Sahagún, cónyuge del actual presidente mexicano Vicente Fox . No obstante, Mercado tiene claro que “parece haber un pacto implícito de los hombres para aplicarles a esas mujeres corruptas o ‘mensas’ un castigo muy superior al que tuvieron ellos en situaciones similares”. Para la precandidata, algo de esencialismo es estratégico “para aliarnos como mujeres, por tener un cuerpo de mujer y sin distinguir entre derechas, izquierdas o centro”. Asimismo reconoce que “los pactos entre mujeres con muy débiles. Pronto se quedan solas, sin ellos y sin ellas”. El Uruguay del cambio No es casual que el foro que habilitó este debate se haya realizado en Uruguay. Nuestro país “está pasando por un momento histórico en su vida política, cuyos retos, desafíos y proyecciones se inscriben en la necesidad de abrir espacios de reflexión y debates sobre la participación y la representación política de las mujeres en busca de lograr una mayor democratización en el ejercicio del poder, desde un enfoque de derechos y oportunidades”, justificaron las organizaciones convocantes. “La llegada al poder, por primera vez, de un gobierno progresista abre una esperanza de cambio”, explica Lilián Abracincas en nombre de la CNS. “La política en Uruguay ha vuelto a tener una centralidad que no tenía hace muchos años”, agrega la directora del Instituto de las Mujeres, Carmen Beramendi. En la política uruguaya están representados los más variados orígenes socioeconómicos y culturales, pero el gran déficit sigue siendo la participación política de las mujeres, donde el país ocupa el lugar 71 entre los 127 evaluados por la Unión Interparlamentaria. La senadora uruguaya Mónica Xavier adelanta que hay intención de reiterar en el Parlamento el debate sobre la cuotificaciòn, y marca como desafío mayor llegar a la mitad del periodo interelectoral con un consenso entre las mujeres de los diferentes sectores políticos. Actualmente este no existe ni siquiera dentro del que gobierna por amplia mayoría. Los hombres tienen que ceder Sin perjuicio de reconocer los avances de las mujeres en las ultimas décadas, Grynspan identifica como temas duros de equidad el mercado de trabajo –donde persiste la segregación ocupacional y la brecha salarial entre hombres y mujeres–; la conciliación del trabajo productivo con el reproductivo –“las mujeres no avanzan no sólo por falta de oportunidades sino porque tienen que optar por la informalidad laboral para abarcar ambas cosas, ya que no hay una estructura social que les ayude a resolverlo”–; la violencia –“la inseguridad espera a las mujeres en sus casas”–, y la subrepresentación femenina en política. Cuando esta no está institucionalizada –a través de medidas afirmativas– la presencia de las mujeres “parece regalía personal de los políticos en campaña electoral”, dice Grynspan, advirtiendo que se trata de la cuestión más difícil porque tiene que ver con el poder y, más concretamente, con que “estamos pidiendo que los hombres cedan poder”. Lo que no sería tan difícil si ellos se convencieran “de lo que se están perdiendo, de que el espacio de poder que cederían lo ganarían en disfrute de los afectos, por ejemplo, algo que la sociedad siempre les negó”, como señala Xavier. Competencia y machismo Las mujeres que quieren tener vida propia enfrentan muchos obstáculos: hijos, marido, soledad, entre ellos. Por acumulación de tareas, están compelidas a convertirse en super mujeres o mesiánicas. “La sociedad no ofrece otras posibilidades, cuando es sabido que esos problemas no se pueden resolver individualmente, hay que buscar respuestas colectivas”, recuerda Grynspan. Pero no es la única dificultad. También está la relación con los compañeros de la política. “Los hombres dan el campo, pero no el lugar. Hay competencia y machismo al mismo tiempo. La invisibilidad es un dispositivo de poder: hablamos y nadie nos oye, como si no hubiésemos estado allí”. Si hay más mujeres, es posible la complicidad de género, insiste la experimentada política costarricense. Mercado destaca lo poco que duran las mujeres en la política: “Aguantamos poco en un mundo que no es el nuestro. Por el acoso político las mujeres pagan un precio muy alto”. No obstante, les reclama fortaleza y que si no la tienen, no ocupen lugares de poder, “porque eso nos denigra más”. Política y dinero Para hacer política se necesita dinero, y las mujeres llegan a la política no sólo cuando está más desprestigiada, sino desde el no dinero. Mercado propone “bajar los costos de hacer política, volver al cara a cara”, y aumentar el control ciudadano y la transparencia. Modificar las reglas electorales para quebrar el binomio política/dinero, a su juicio es necesario “por sobrevivencia de las mujeres, pero también por dignificación de la política”. Un camino sería la alianza con otros sectores de la población, cosa que su partido ha practicado acercándose al campesinado, por ejemplo. Del partido que preside Mercado se ha dicho que “le falta músculo”. Su agenda se ve como parcial, porque es un partido de causas y de temas “chiquitos”, aunque la legalización del aborto esté entre ellos y sea el que puso la equidad, “que atraviesa todos los niveles de la vida”, en la agenda pública. Un tema de inclusión Sin falsos pudores, las mujeres políticas quieren el poder. El poder como posibilidad de hacer. Cómo van a ejercerlo para que efectivamente haga la diferencia con lo conocido hasta ahora es la cuestión. Para la senadora uruguaya Mónica Xavier es natural que hombres y mujeres tengan formas diferentes de hacer política, porque “vienen de lugares diferentes en la sociedad”. En una región con mayoría de gobiernos democráticos, la ciudadanía se siente muy decepcionada con los resultados. La economía está en la base del descontento y hasta de la desesperanza social. ¿Qué se espera que hagan esas mujeres que van a representar al menos simbólicamente, en cuerpo, a todas las demás? Para empezar, profundizar la democracia instaurando la equidad de género. “Los temas sociales, la pobreza y la exclusión están fuertemente atravesados por el género, por las relaciones de poder asimétricas. Mujer y poder en la política es tema de derechos humanos y de inclusión”, afirma Beramendi. Construir un Estado de derecho en la diversidad, garantizando así la laicidad en sentido amplio, es otra de las expectativas. “Desde la perspectiva de género, se puede proponer a la sociedad una agenda común en la diversidad”, apunta Grynspan. Xavier entiende fundamental que las mujeres se mantengan como tales también en política, que no asimilen el estilo masculino, porque “así es como podemos alimentar la diversidad en el debate”. Repem, el Instituto de las Mujeres y la CNS se proponen difundir, a modo de herramienta de trabajo para desencadenar procesos permanentes de capacitación ciudadana y ejercicio político, los debates del foro internacional, en el que también participaron Cecilia López, ex ministra de Estado de Colombia; Matilde Ribeiro, titular de la Secretaría Especial de Promoción e Igualdad Racial de la presidencia de Brasil, y Fanny Pollarolo, ex diputada socialista de Chile.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Extasis en la mujer






El éxtasis de una mujer no está en la pasión. No está en el coito, no está en el miembro de su amante, como muchos ignorantes puedan pensar, ni mucho menos en preparar una riquísima comida a su esposo, como cuentan los ineptos. El éxtasis de una mujer toma forma cuando los relojes se paran y los cuerpos sólo respiran. Cuando los fuertes músculos de su amado se hacen de algodón y los olores se tornan a esponjosos. Su cabeza reposa en el torso de su compañero. Los ojos de él están abiertos y los de ella dulcemente cerrados. Dadas estas circunstancias, el éxtasis de una mujer comienza cuando los brazos de su amado la rodean delicadamente y sus manos se han hecho de seda y acarician su pelo y su rostro en un momento que no parece acabar nunca. En ese momento el cuerpo de su amante cambia. Ya no es un hombre, ahora es un Ángel, sin sexo, puro.


La mujer sabe entonces que él la mira y que ella está esplendorosa. Aquellos brazos poderosos y aquellas manos creadoras lo han dejado todo y se dedican a ella por completo; la fuerza desaparece para dar paso a la ternura. Ella es el centro del Universo. Ahora es cuando, para culminar el éxtasis, la mujer medio abre sus ojos y lentamente gira su cabeza. Contempla el rostro que la colma: un hombre por encima del estado de humano varón, sin género; pues no existe género cuando la mirada está embriagada de amor. Entonces ocurre, como ingredientes mágicos en un hechizo de gran poder suenan palabras firmes y maravillosamente esbozadas: Te Quiero. La mujer toma conciencia de si y de su importancia y de lo necesaria que es. Descubre que ella es la esencia de la vida de aquel ser; hombre, ángel o niño. Descubre la trascendencia de su existencia y su propia necesidad de ser necesitada. Entonces la mujer ama y su sentimiento es tan elevado que nunca podríamos concebir su magnitud. La felicidad rebosa y escapa por sus ojos en forma de brillo condensado en lágrimas. Lo abraza con todas sus fuerza, haciéndolo más suyo todavía, y lo besa: Yo también Te Quiero... Fecha: 4/7/98; 1:23 AM Inspiración: las Mujeres